Queremos compartiros una breve reflexión sobre la Evaluación en los procesos de Educación emancipadora.

Optamos por una Evaluación que contribuya al fortalecimiento de los procesos sin convertirse en un instrumento de fiscalización, que busca “poner una nota” al trabajo que se realiza.

Este deseo debe ir acompañado de una metodología y unas herramientas que lo permitan. Sigue siendo un desafío poner en práctica evaluaciones que sean participativas desde el primer momento, desde la identificación de las preguntas que van a orientar todo el proceso. Una participación que permita:

  • orientar el itinerario a seguir,
  • tejer diálogos entre las diferentes personas que han tomado parte, con una mirada sistémica,
  • elaborar una mirada crítica y valorativa del proceso a partir de las subjetividades personales y colectivas
  • generar aprendizajes con los que imaginar nuevas alternativas de mejora para el futuro

En definitiva, los procesos de Evaluación deben permitir a las organizaciones y a las personas empoderarse y afrontar nuevos retos.

Nuestro deseo, cuando facilitamos estos procesos, es que la Evaluación de un proyecto o de unas acciones concretas, las trascienda, que alcance a las organizaciones y personas implicadas.

En octubre de 2014 tuvo lugar el IV Congreso de ED en Vitoria-Gasteiz en el que facilitamos un grupo de trabajo sobre Análisis de Procesos. Queremos recuperar algunos de los desafíos que identificaron las personas participantes en dicho grupo y que pensamos que son aplicables a la evaluación:

  • Los métodos (entre los que se encuentra la Evaluación) deben ser flexibles y adaptados al proceso que se persigue”.
  • Debemos aprender a utilizar el conflicto como generador de nuevos posibles”.
  • Es necesario que quitemos miedos para hacer crítica del proceso y saber leer la realidad; podemos empoderarnos para hacerlo y a su vez hacerlo contribuye a nuestro empoderamiento”.
  • Descubrir cómo romper inercias a través de una revisión crítica del proceso: descubrir los absurdos que hacemos por inercia, porque creemos que “tenemos que hacerlo”, sin saber su sentido. Es fundamental mirar nuestras prácticas para ver si lo que hacemos es educación transformadora”.

 Respecto a la persona que facilita los procesos de Evaluación se señalaba que puede condicionar “con sus objetivos que no son los nuestros y no responderá a lo que necesitamos”. Sin embargo, “puede darse una evaluación externa que sea muy integrada, sensible… en la que las reglas del juego se comparten. La persona consultora externa también puede ser sujeto político que milita en movimientos sociales, con empatía”.

Todo ello ha de contribuir a la transformación que da vida, al fortalecimiento de las organizaciones y los procesos. Y el análisis, crítico y emocional, de los procesos es pieza clave”.

AlbiharRecientemente hemos participado de un proceso de investigación y análisis, impulsado por la Fundación Albihar junto con Periferia Consultoría Social, que ha tenido como uno de sus resultados la publicación Evaluar la Educación para el Desarrollo. Aprendiendo de nuestras experiencias. Entre sus páginas se muestran diferentes enfoques para llevar a cabo procesos de Evaluación en ED que nos pueden orientar para tener una visión amplia y decidir cuál se puede ajustar mejor a nuestras metodologías de trabajo. Podéis encontrar nuestros aportes en los apartados Una evaluación para la transformación (pág. 15) y en Dimensiones de Análisis de la EpD (pág. 42)

Finalmente nos gustaría destacar la Evaluación que hemos facilitado (eta euskeraz: Erraztu dugun Ebaluazioa) del proyecto “Persecución por motivos género: información sobre países de origen en el marco del derecho de asilo” llevado a cabo por CEAR Euskadi. En el Informe mostramos el itinerario que hemos seguido y que os puede orientar a la hora de poner en práctica vuestros propios procesos de Evaluación. Tal vez lo más novedoso y lo que nos ha resultado muy estimulante, ha sido que se ha evaluado si se ha incorporado la Perspectiva de Género y de Diversidad Sexual en los productos del Proyecto. A través de esta experiencia, vamos elaborando nuevos criterios, procedimientos y herramientas que podemos tener en cuenta a la hora de poner en práctica procesos y evaluarlos desde la Perspectiva de Género y de Diversidad Sexual

Ojalá estas palabras os resulten sugerentes para experimentar nuevos itinerarios de Evaluación, que os fortalezcan y ayuden a poner en práctica procesos de Educación emancipadora. Nos gustaría compartirlos con vosotros y vosotras.